Dueña



¿Será que tienes un código, una clave o una llave...? porque nadie ha entrado en mi vida como lo has hecho tú. Y ordenas todo a tu antojo, mueves mis pensamientos, emociones e impulsos y lo dejas todo a tu manera... y escribes tu nombre en todas partes.
Cada día me enamoras más. Y aún no me explico ni el "cómo" ni el "porqué"... pero así sin más entraste y borraste lo que había dentro de mí.
Ahora cada vez que te veo, que hablo contigo... siento que vuelvo a nacer, me enamoras más, las ilusiones vuelan en mi mente, el corazón late con más fuerza, mi respiración se acelera, el tiempo se para, mis manos tiemblan, mi cara se enrojece, las mariposas vuelan locas en mi estomago, un paisaje pasivo y cauteloso se forja a mi alrededor, pero por dentro creas una tormenta imparable, no soporto el peso de mi cuerpo en mis piernas, mi boca no suelta palabras, pero en mi interior doy gritos de " TE QUIERO!!", me vuelves loco, me dejas paralizado, siento que el alma se me va a salir del cuerpo, alegras mi vida, me pierdo y a la vez siento que encontré lo que mi corazón tanto buscaba.
Y cuando no estás te extraño, pienso en todo lo que hablamos y como un loco me rio solo, recuerdo cada una de tus palabras, expresiones, tu imagen, tu voz, tu sonrrisa, tus ojos, tus mejillas rojas y tus supiros, y haces que me calme igual que un niño cuando se queda dormido, pero al mismo tiempo me desespero, porque quiero volver a verte y oirte... Todo esto, y más lo haces tú, la dueña del código, clave o llave de mi corazón.


Rosa blanca

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